Técnicas decorativas

El bruñido: Técnicas de decoración cerámica

Sichuan burnished dark gray pottery Amphora, 3rd-2nd century B.C.
Sichuan, 3000-2000 A.C.

Con esta técnica se obtienen piezas maravillosas que fácilmente recuerdan a algo antiguo o viejo.

200 A.C. Colima, Mexico, Arcilla roja bruñida, trazas de alguna tintura oscura.

Como bruñir una pieza cerámica?

Se realiza frotando reiteradamente una superficie lisa y dura, bien sea de madera, piedra, metal o vidrio sobre la superficie de la pieza cuando se encuentra en dureza de cuero. Frotando reiteradamente se consigue cerrar el poro de la arcilla impermeabilizando la pieza sin necesidad de dar un esmalte.

Para obtener buenos resultados se necesitan tres cosas:

  • Una superficie realmente lisa (yo suelo usar cucharas), lo importante es que la superficie del objeto sea tan lisa que al frotar no se pueda rallar la superficie de la pieza.
  • Que la pieza se encuentre con la humedad adecuada: si aún está demasiado humeda, se deformará con facilidad y no se trabajará bien; si se encuentra demasiado seca, se astillará y se rompera con la accion de bruñir.

Teniendo en cuenta esto, y con un poco de cuidado suele ser suficiente, si no se tiene, es fácil que la pieza acabe astillada, rallada por algún lado o rota. Hay quien usa unas pocas gotas de aceite para lubricar el frotado.

Otras consideraciones sobre el bruñido

La técnica se puede aplicar sobre la propia arcilla o después de una buena capa de engobe, una vez engobada, se bruñe dando un efecto marmoleado y unos bonitos colores y superficies. Lógicamente, se pueden combinar engobes, se pueden añadir oxidos a la superficie a bruñir, en fin, las combinaciones son muchas.

Para mantener el brillo después de cocido, se recomienda hacerlo a menos de 1000º, si el barro es de alta se puede cocer a su temperatura, pero el brillo parece ser más dificil de mantener. (Si has experimentado con esto no dudes en aportar tu experiencia)

Una vez cocida, se puede aplicar betún (cera para zapatos) frotando con un trapo, resaltando el brillo de la pieza. Si se trata de una pieza para uso alimenticio, el sentido común advierte que no se debe embadurnar con betún después de cocido, a la vez, tampoco es recomendable la adición de oxidos u otras substancias que pudieran ser toxicas, pues su desprendimiento en mayor o menor medida está asegurado.

Un consejo general: es una técnica que requiere tiempo con cada pieza, pero no admite prisa ni exceso, hay un momento en que hay que parar de bruñir: ya no se puede sacar mas brillo, si esto no se respeta la pieza acaba rota y el cerámista maldice al demonio que lleva dentro.

Y un consejo para los más nerviosos: si la pieza se ha trabajado con el torno, se puede bruñir luego con el torno.

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