Materia prima

Los tipos de barros para cerámica y alfarería

Las arcillas para alferería se clasifican en tres categorías:

  • Barro de baja temperatura
    • Barro para Rakú
  • Gres
  • Porcelana

Esta clasificación se basa en la temperatura de maduración, la densidad y la capacidad de absorción de agua de las arcillas una vez han sido cocidas hasta su punto de maduración.

¿Cual es el punto de maduración o vitrifiación de una arcilla?

Salvo que hagamos nuestra propia arcilla es un dato que aparece en la ficha técnica del fabricante, durante la cocción se dice que una arcilla ha llegado al punto de maduración o vitrificación sí el espacio entre las partículas refractarias de la arcilla ha sido vitrificado, fusionando unas partículas con otras haciendo la arcilla resistente al agua y a la descomposición. Su estado químico ha cambiado en un proceso que es irreversible.

¿Como se sabe si se ha alcanzado el punto de maduración de una arcilla?

Habrá que hacer pruebas, cocer otras piezas a mayor temperatura y calcular su tasa de absorción de agua.

¿Cómo se mide la tasa de absorción de agua?

Un metodo casero consiste es medir el peso de una pieza cocida. Antoado ese peso la introduciremos en agua hirviendo durante un buen rato, una hora nos asegura los resultados. Con ello, haremos que la pieza cocida absorba el máximo de agua posible. La sacaremos de la olla y secaremos el agua superficial con una toalla o pañuelo. Volvemos a pesar la pieza, la división del peso final y el inicial nos dará la tasa de absorción de agua.

Al comprar barros, el proveedor ha de ser capaz de ofrecernos una ficha técnica donde se detallan estos valores, así como la composición y el rango exacto de maduración, contracción de secado, etc.

Barros de baja temperatura:

Es el tipo de arcilla con la cocción más baja, es porosa y suele ser suave al tacto. Es el tipo de arcilla más común en la naturaleza y es la que sirve de materia prima para tejas, ladrillo y la mayoria de productos de barro. Tienen como característica una alta tasa de absorción del agua, del 5% al 15%.

Comunmente contienen un porcentaje significativo de compuestos ferrosos que es el que da el color rojo terroso a estas arcillas de baja temperatura. A la vez, es la presencia de hierro hace bajar significativamente su punto de cocción.

Barros rojos:

En estado natural su color puede oscilar entre el rojo/marron, grisaceo o incluso verdoso, estas arcillas son muy comunes, después de lluvias fuertes es común encontrar barros de este tipo en bosques, torrentes de agua, etc. Su color dependerá de los minerales presentes en el barro y la propia materia orgánica de suelo, una vez cocida, variará de color, desde rojo a marrón claro.

Barros negros:

Existen arcillas negras de baja temperatura, en ellas, es la presencia de manganeso la que da el color negro. A la vez, también existen formulaciones de arcillas de baja temperatura de colores claros, aunque a menudo tendrán una temperatura de cocción algo más elevada debido a la ausencia de oxidos de hierro.

Barros refractarios y barros para Rakú:

Cualquier arcilla puede ser usada para cocciones de tipo rakú, sin embargo, las arcillas de baja temperatura a menudo presentarán problemas de rotura al ser sometidas a los choques térmicos característicos de este tipo de cocción. Es por eso que hay un tipo de barros especificos para rakú, también llamados barros refractarios, que son formulados para resitir mejor los choques térmicos.

La característica de los barros de rakú es su alta porosidad, para ello, contienen partículas grandes de chamota (pequeños trozos de materiales refractarios ya cocidos) que permitirán al barro resistir mejor el choque térmico.

Durante las cocción de rakú las piezas de cerámica son extraidas del horno cuando están al rojo vivo y sometidas a distintos procesos, desde enterradas en hoyos con paja o colocadas en recipientes con papel u otros combustibles que crearán el proceso de reducción que da el color caracteristico de los esmaltes y las piezas de rakú, colores metálicos o negruzcos.

Es por ello que a pesar de que el rakú es una cocción a baja temperatura no se suelen usar barros de baja temperatura por su baja resistencia al choque térmico, para hacer estos barros bastará con añadir chamota de distinto grosos, arena de silice o de playa o piedras volcanicas al barro. Esto hará que tengamos un barro más basto, rugoso al tacto. Esto aumentará la resistencia al choque térmico, también pueden usarse barros de gres, pues muchos de ellos contienen chamota y resisten bien mejor el choque térmico.


Gres:

Tienen una tasa de absorción de agua de aproximadamente del 2% al 5% por ciento, y maduran sobre cono 3-11 (1180ºC a 1300ºC)

Crea superficies duras y densas, suele tener un buen comportamiento con los esmaltes, por su baja prosidad son ideales para platos, jarras y tazas. Una vez cocidas son arcillas duras, densas y que no se resquebrajan con el uso. Se trabaja muy bien a torno y admite muy bien cocciones rápidas.
Existen una variedad de colores, desde tostados, toda una gama de grises, marrón oscuro hasta blancos rotos.

Porcelana:

Tiene una porosidad entre el 0.5 % al 1%, es el producto de muchos años de desarrollo de los alfares chinos.

Su ingrediente principal es el caolín, también conocido como arcilla de China. Por sí mismo, el caolín tiene un punto de fusión alrededor de 1800°C, y es difícil trabajar debido a su baja plasticidad. Para lograr el cuerpo denso, duro, blanco y translúcido de la porcelana, el caolín se mezcla con otras arcillas para lograr obtener una arcilla viable de trabajar y con una temperatura de cocción alrededor de 1300ºC. Por lo general, la porcelana se cuece a temperaturas superiores a cono 9, sin embargo, se pueden formular para la cocción a temperaturas más bajas.

Debido a que está compuesta por estas partículas diminutas de caolin, es suave y puede ser trabajada con paredes muy fina, logrando formas translúcidas y delicadas. Pero por su baja plasticidad sufre fatiga más facilmente que el gres y resulta más difícil de trabajar, por ello, es fácil que aparezcan grietas durante el secado o deformaciones durante la fase de cocción.

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